Hoy os queremos hablar del Cimex Lectularius, o más bien conocido por “chinche de la cama”, un pequeño insecto que suele vivir en espacios de interior y alojarse en aquellas partes de las habitaciones y mobiliario que les puedan ofrecer refugio, tales como, camas, mesillas de noche, sofás, cortinas, moquetas, zócalos y elementos de madera etc. y siempre cerca de personas y lugares donde pasamos largos espacios de tiempo, puesto que producen picaduras sobre todo durante la noche mientras dormimos.
Son insectos muy resistentes y que pueden sobrevivir varios meses sin necesidad de picar. Adaptándose para encontrar una zona que los pueda ofrecer refugio y a la vez poder picar, normalmente los podemos detectar en camas, colchones y somieres.
Los chinches sólo necesitan lugares para esconderse y sangre de algunos animales para alimentarse.
Cuando las infestaciones de chinche son severas, no solo se esconden en la estructura de la cama o en las costuras del colchón; ¡también las podemos encontrar a los armarios, al sofá, a los muebles, detrás de los cuadros e incluso a los enchufes!
Este insecto puede empezar su ciclo reproductivo sobre la cama, pero rápidamente colonizará toda la habitación, y si no se para, llegará a ocupar otras zonas y espacios de la vivienda.
Tenemos que extremar la precaución puesto que cualquier zona puede estar afectada por esta plaga cada vez más resistente y con mucha facilidad para extenderse durante los viajes y las mudanzas.
Los tratamientos de chinches, a diferencia de los de cucarachas, requieren previamente de una inspección técnica cuidadosa, la cual nos permitirá identificar el insecto, su distribución, y así poder diseñar un tratamiento eficaz y dirigido.
Disponemos de diferentes métodos para controlar esta plaga, tanto mediante métodos mecánicos, empleados en todas las fases de se desarrollo, como métodos químicos, que maten el insecto por contacto, a pesar de que este último supone que durante unas horas no se puede permanecer en la zona tratada.
También contamos con un sistema innovador mediante la aplicación de vapor seco sobrecalentado a 180 °C. Este sistema es el más respetuoso con el medio ambiente.
Las chinches de la cama no se quedan en un único lugar: cuando empiezan a picar en la habitación durante la noche, es muy probable que ya estén al sofá, los armarios, entre la ropa… Las chinches, si se convierten en plaga, será necesario realizar varias actuaciones e incluso llegar a desprenderse del colchón y a tirar aquellos muebles y partes de la cama más afectadas.
Desde Ambient Servei recomendamos que después que se detecte la presencia de chinches; se lleve a cabo acciones para limitar su infestación, pues será mucho más fácil su eliminación.